Es
importante tener en cuenta que la improvisación es un proceso y que el
resultado que ésta genera cuando es compartida con el público, sufre una
transformación ya establecida de manera teórica y práctica por directores como
Spolin o Johnstone; esta transformación está asentada de manera teórica desde
su propio nombre, es por eso que el medio del teatro de improvisación,
especialmente en Latinoamérica, ha enfatizado en que sí existe una diferencia
entre improvisación e Impro, y que esta
última, como poética teatral, no se amaña en un solo estado, ya que no todo lo
que se improvise en una escena frente al público cabe en la misma categoría.
Existen diferentes formatos en el mundo, aquí algunos de los más importantes:
FORMATOS CORTOS
En
los formatos cortos, los juegos, los desafíos y la metáfora del deporte se
hacen más evidentes en improvisaciones rápidas que pueden durar entre diez
segundos y diez minutos. Por lo general estos formatos son cómicos, ya que el
espectáculo se realiza con el objetivo de entretener al público, lo que genera
una cierta vulnerabilidad del actor ante algo que aún está por hacerse. Esta
vulnerabilidad es cómica por esencia, pues lleva la posibilidad latente del
error, de la exposición, del ridículo. Como lo sustenta Munis (2010): “la
vulnerabilidad por la aceptación del fracaso forma parte de la trayectoria
técnica y artística del payaso y es una de las características que lo
fundamentan, así como lo es en la improvisación” (6). Otra
particularidad que acerca los formatos cortos al humor es la precipitación de
la acción dramática. La corta duración de las improvisaciones en los formatos
cortos, “hace que la historia y su desarrollo se den de manera precipitada, sin
una vinculación causal creíble entre los acontecimientos” (6). Los formatos cortos más conocidos son
precisamente los que convirtieron la Impro en un género masivo en el planeta. Entre
los más importantes se encuentran:
Teatro Deportivo
Además
de teorizar los mecanismos para aprender a improvisar de una forma libre,
espontánea y real, Keith Johnstone comenzó una búsqueda por la construcción de
una dramaturgia improvisada, con la existencia de un conflicto y de una posible
unidad de acción. Para esto realizó una serie de experimentaciones con su grupo
The Machine en los años sesenta. Su
desafío consistía en crear historias frente a un público a partir de premisas
técnicas y sin la presencia de elementos verbales o corporales prestablecidos.
De esta manera nació el Theatre Sports
(Teatro Deportivo), un espectáculo
híbrido entre el teatro y el deporte que involucró de lleno al público, atrajo
a muchas personas y acaparó la atención de aquellos que nunca asistían a las
salas de teatro. Este innovador formato se convirtió en un género muy reconocido,
desde entonces ha ido en creciente formación en muchos lugares del
planeta. Su estructura se basa en un jurado experimentado
que califica a dos equipos de improvisadores enfrentados en una escena teatral
con reglas deportivas, donde los espectadores sugieren hasta los mínimos
detalles de la improvisación. Es un juego que se guía gracias a la aceptación
de las propuestas propias y del otro, generando la posibilidad de interpretar
historias irrepetibles y una cierta recuperación del espíritu lúdico de la
teatralidad.
Match de Improvisación
El
Teatro Deportivo comenzó a ser practicado en varios países de occidente,
especialmente en Canadá, donde pasó por una gran reformulación que dio origen
en 1977 al Match de Improvisación, un
formato creado en Montreal por los actores Robert Gravel e Yvon Leduc, quienes
al ver que la gente asistía mucho más a los estadios de Hokey (Deporte nacional
canadiense) que al teatro, decidieron crear un juego parecido al de Johnstone
pero con reglas mucho más cercanas al deporte. Desde los uniformes hasta la
forma cómo se determinaban los rangos al interior de los equipos, marcaron este
llamativo formato teatral.
El
Match se diferencia del Teatro Deportivo porque los equipos
están conformados por mayor cantidad de jugadores (cinco o seis, en el Theater Sports son dos o tres) un
árbitro y dos jueces de línea controlan el normal desarrollo del juego y el
público con su voto decide el resultado de la contienda. El Match es en la actualidad el formato de
Impro más practicado alrededor del mundo. Las ligas más reconocidas están en
Europa y Norteamérica, en Latinoamérica se destacan las ligas de Argentina,
México, Perú, Brasil y Colombia. Anualmente se realizan encuentros, campeonatos
y festivales internacionales de Impro donde los equipos se disputan la copa del
Match en diferentes idiomas. En
Colombia se han realizado encuentros locales, nacionales e internacionales de
este juego.
Catch de Impro
A
finales de los noventa la compañía Inédit
Théâtre de Francia, creó el Catch de
Impro, un formato inspirado en la lucha libre. Lo que diferencia al Catch de los demás formatos deportivos
es que les da a los actores más libertad; las reglas y los equipos tienen un
aire más teatral que deportivo y sus derechos han sido liberados, contrario a
lo que sucede con el Match o el Teatro Deportivo, por los que las
compañías pagan derechos de autor. Esto último ha hecho que el Catch se difunda con gran rapidez por
América y Europa en los últimos años. Inclusive algunos festivales que
anteriormente convocaban a campeonatos internacionales de Match de Improvisación,
ahora lo hacen a través de campeonatos de Catch
de Impro.
Pidatemas
Otro
de los formatos más comunes en la Impro es el llamado Pidatema, donde los improvisadores desarrollan historias a partir
de un tema que sugiere el público, sin ningún tipo de preparación ni reglas.
Gustavo Caleti (2009) asegura que las variantes de esta estructura ya clásica, “abarcan
desde espectáculos informales que se montan en bares hasta obras de profundo
desarrollo escénico y narrativo que cruzan las propuestas del público con
estilos complejos y temáticas históricas, cinematográficas, literarias, entre
otras” (36).
Los
Pidatemas más comunes son aquellos
que utilizan estilos cinematográficos y televisivos como detonantes para las
historias improvisadas, lo que los convierte en muchas ocasiones en espectáculos
parodia, lo cual genera una aceptación inmediata en el público que generalmente
busca en ellos un espacio para reír. Normalmente una compañía de Impro llega a
construir Pidatemas luego de
experimentar en los formatos competitivos, en procura de crear improvisaciones
con mayor libertad y sin reglas que permean las ideas espontáneas de los
improvisadores. En este tipo de formatos por lo general no hay reglamentos de
ningún tipo, el público no elige ni vota
por nadie y por lo general no existe una figura de juez o director. No obstante
hay compañías muy ligadas a los conceptos básicos de Johnstone que realizan Pidatemas bajo la supervisión evidente
de un director que guía la escena frente al público. Pero aun en estos casos la
libertad interpretativa del improvisador se hace mucho más evidente que en un
formato competitivo.
Juegos de Impro
Entre los formatos cortos se encuentran
también aquellos que llevaron la Impro a la televisión a través de juegos que
surgieron en su mayoría del Teatro
Deportivo de Johnstone y los
entrenamientos de Spolin. Tal es el caso del programa Whose Line is it Anyway, que comenzó como un programa de Impro
radial en Gran Bretaña y tuvo tanto éxito que al poco tiempo ya hacía parte de
la programación de grandes canales a nivel mundial como: Channel 4 (Inglaterra), Warner
Bros y Sony
Entertainment Television (USA).
Este formato que tiene en su estructura a
un cierto número de improvisadores que crean historias cómicas a partir de condiciones
dadas por un presentador, se extendió por más de veinte países alrededor del
mundo. En Colombia el intento de llevar la Impro a la televisión no tuvo buenos
frutos, dos programas en el año 2011 intentaron acaparar la atención de la
teleaudiencia pero no lo consiguieron: Los
Impredecibles del Canal Caracol, con el elenco de Acción Impro; y Se Le Tiene,
con un elenco de actores de televisión dirigidos por el improvisador argentino y
director de la LPI (Liga Porteña de
Improvisación) Ricardo Behrens.
Los juegos masificaron la Impro a otro
nivel, la convirtieron en una moda en países como Brasil y Chile, donde las
compañías dieron un salto a la fama e inspiraron a la creación de nuevos grupos
que basan su trabajo en este único formato, con espectáculos similares que
buscan únicamente hacer reír a su público con ejercicios de espontaneidad,
agilidad mental y habilidades narrativas o musicales.
FORMATOS LARGOS
Estos
son los formatos que sirven como punto de partida para la construcción de las
improvisaciones dentro de la dramaturgia compartida, ya que se caracterizan por
buscar improvisaciones donde una de las premisas más importantes es la
posibilidad de extender la acción dramática. Por lo general también indagan por
una conexión más fuerte entre el improvisador-actor y el
improvisador-dramaturgo, lo que produce resultados cercanos a un leguaje más
teatral y totalmente alejado de los formatos deportivos. Esta investigación de
la técnica a otros niveles, que ahonda en el campo de la acción y la estructura
dramática, le pertenece a cada compañía en su búsqueda particular por la
construcción de personajes con más profundidad y la creación de historias con una
duración no menor a los diez minutos, lo cual le da el nombre de Long Form o formatos largos.
Independientemente
de la búsqueda particular de quien asume un formato largo, su finalidad
hipotética es crear una obra de teatro improvisada. Su principal obstáculo
radica en dar el paso al discurso dramático improvisado y no en la construcción
de la historia como tal. Normalmente estos formatos son tan particulares en
cada compañía que hasta el momento no existen muchas categorías definidas,
excepto el Harold, que parece ser el
antecesor de muchas otras investigaciones, principalmente en el continente
americano.
Harold
Es
uno de los formatos largos más comunes en la Impro, fue desarrollado por el
actor estadounidense Del Close y
su compañía ImprovOlimpic de Chicago.
El Harold es una conjunción de
escenas, juegos y monólogos. Caleti (2009) lo describe como “un espectáculo en
el que se desarrollan tres escenas de manera independiente que se interrumpen
siempre antes de resolverse, para luego retomarlas en otras escenas o en algún
monólogo que realiza alguno de los improvisadores en el medio” (32). El
objetivo del Harold es establecer al final de la sesión, el mayor número de
conexiones entre los diversos acontecimientos que se dieron en las escenas y
los juegos (32). En esta estructura la
primera regla es que no hay reglas, podría decirse que el Harold es el padre de los formatos largos en la Impro, que
comparten con él la construcción de historias extensas y por lo tanto más
complejas que las que se desarrollan en los formatos cortos.
La
mayoría de los Harold que se
presentan en la actualidad en Latinoamérica, buscan una reformulación propia
del grupo que los monta, es decir, hablan del lenguaje en el cual se encuentra
la investigación del elenco. Regularmente una compañía de Impro comienza su
proceso por formatos cortos: juegos de Impro o algún formato competitivo; pero
luego con el tiempo los improvisadores, de manera natural, comienzan a querer
sacar más material en la escena, especialmente cuando son actores y sienten el
afán de expresar con la Impro aquellas cosas que se expresan con el teatro de
texto. El Harold es el formato que más los acerca a esta solución, pero en
definitiva tiene un límite interpretativo que establece el desarrollo de la
trama a la organización propia del formato. De esta manera una historia en un
Harold se observa con una mirada crítica que se ensaña en ver cómo los
improvisadores unen los indicios y las escenas que dejan abiertas en cada una
de sus secuencias, pero no en qué y cómo accionan o elaboran su discurso los
actores. Es por esto que la dramaturgia compartida pretende ir un paso más
allá, entregándole a la Impro la posibilidad de no preocuparse por la historia
y sí por la manera como ésta es contada o interpretada; como si la dramaturgia
compartida fuera un Harold
establecido con textos de autor y con una postura clara frente al texto
escénico y pre-escénico por parte del actor.
Dramaturgia compartida y formatos experimentales
Con el paso
del tiempo los grupos más antiguos de Impro tienden a huir de los formatos, a no
repetir más lo que otras compañías ya hacen, inclusive porque ya en su
repertorio tienen montajes que siguen este camino. Acercar la Impro al teatro
de texto genera formas diferentes de enfrentar la escena improvisada, en mi
caso particular, gracias a la relación directa con los estudios en dramaturgia,
he llevado a cabo una investigación todavía en proceso a la que he llamado
Dramaturga Compartida, que a grandes rasgos busca combinar la dramaturgia de
autor con la dramaturgia del actor en convivio con el público, o sea, se trata
de una obra de teatro cuya estructura tiene textos escritos, preestablecidos,
pero también escenas abiertas cuyos textos y trama son improvisados por los
actores, muchas veces guiados por estructuras dramáticas o mapas llamados
Protocolos, en los que los improvisadores-dramaturgos saben lo que va a pasar
pero desconocen el cómo.
La
dramaturgia compartida no se basa en una estructura improvisada en su
totalidad, se vale de la Impro como herramienta para la construcción de ciertos
vacíos puestos intencionalmente que necesitan resolverse en escena por los
actores improvisadores en presencia del público; es como una pintura con un
gran paisaje que puede ser re-pintado por otros sujetos. Pero pintar no es
fácil, es posible que el paisaje que ya está contenido en el cuadro por sí solo
constituya un todo, dos o tres pinceladas pueden acabar con su significado y desvalorizarlo
como obra de arte, o pueden revalorizarlo y darle un nuevo sentido. Lo que
pretende la dramaturgia compartida es que las pinceladas, que para el caso son
las improvisaciones, le den un valor contundente que le permita múltiples
interpretaciones en las escenas vacías y provoque aperturas significantes que hablen
más a profundidad, que se arriesgue y genere opinión a través de la
manipulación a la que está descaradamente abierta.
Teniendo en cuenta la demanda de esta propuesta, es vital que los
actores que van a intervenir la escena vacía tengan las bases técnicas para
hacerlo, que sepan cuál es el ángulo, el color y la forma de la transgresión a
la que se verán motivados.
PASSAGEIRO - Dramaturgia compartida. Sintra Portugal - 2017
buenisma informacion ,me gustaria saber que estilos de los formatos cortos es el adecuado para un stand up comedy o monologo comico
ResponderEliminarsaludos
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