Essa peça tem um valor especial para mim por vários motivos, ela foi a primeira peça minha que foi montada, está em cartaz em Medellín faz quatro anos e o trabalho que o grupo Teatriados fez é simplesmente incrível. Ela faz parte do projeto "Dramaturgia a la carta" dessa companhia, onde o autor escreve a partir dos desejos do grupo. Atualmente estou escrevendo uma segunda parte dessa mesma história, outra peça a la carta que ainda não tem nome. Teatriados tem os direitos patrimoniais dessas duas peças em território colombiano.
SINOPSE
Duas irmãs muito velhas e cansadas da vida decidem se matar entre elas, Marta e Noemi prometem que este 24 de dezembro se darão a morte como presente, é a data limite para cumprir a sua promessa. uma delas é viciada em rum e não consegue superar o fato de seu filho estar casado com outro homem e morar em outro pais, a outra é uma hipocondríaca que depende de um tanque de oxigênio e mesmo assim não larga o cigarro, ela ainda tem o ímpeto de fazer tratos com o senhor do mercado em troca de favores sexuais. justo o dia que elas decidem se matar descobrem que ganharam a loteria, mas isso não acaba sendo um impedimento para seguir em frente com seu plano.
A continuação uma pequena amostra da peça, a primeira cena, um monólogo de Marta:
1.
Presente. Una sala vieja con
un mueble de terciopelo antiguo, objetos de diferentes dimensiones, armarios,
sillas, mesas, un árbol de navidad empolvado. Todo en un caos minuciosamente
ordenado. Decoración escabrosa: una horca que cuelga en un extremo, armas de
diferentes tipos en todo el lugar, cuchillos, navajas y frascos de pastillas.
Venenos, cables de corriente que salen peligrosamente de la pared.
Está Marta sentada en el
sillón desplumando una gallina con fuerza, las plumas caen en un balde que
tiene entre las piernas abiertas. Al
lado hay una botella de Ron Viejo de Caldas todavía con un poco de licor. En un
rincón hay un armario lleno de botellas vacías de ron.
MARTA: ¿Pobrecita?
pobrecita yo que me la tengo que aguantar a ella (Pausa) Pobrecita dice la malparida, pobrecita cuando estaba viva
¿Cierto? Vos qué vas a saber, ojalá pudiéramos cambiar, que fueras vos la que
me estuviera desplumando a mí… ojalá yo hubiera tenido alas hijueputa, hace
rato que habría salido volando por esa ventana (Pausa) claro que mis alas serían como las tuyas que no sirven pa´ nada,
no me mirés así, ¿Pa´ qué sirven tus alas? pa´ terminar en un balde de
veinticuatro mil pesos que la otra todavía me saca en cara. Como si no lo
hubiera pagado yo. Es que es muy fácil decir qué hacer con la plata cuando no
es de uno (Pausa) Tranquila que yo
sólo como carne de cerdo, a mí me gustan las aves, me gusta verlas cuando están
quietas porque uno sabe que en cualquier momento van a volar (Golpea la gallina contra el suelo mientras
habla) vos no volás porque sos una
gallina, por eso no merecés tener alas, por gallina. Pero vos me caés bien
porque estás muerta y los muertos no sienten nada (Para de golpearla, toma la botella y se toma un trago de ron largo y
profundo, mira la gallina y le ofrece un poco) ¿Querés? (El teléfono suena, Marta se levanta con la
gallina en la mano y contesta) ¿Qué fue? Déjame en paz Noemi que estoy
hablando con la gallina (…) Cual
pobrecita Mona, las gallinas están acostumbradas a que las maten (…) vos comés huevo todos los días y yo
nunca me pongo a llorar (…) Claro que
es la misma cosa ¿O de dónde creés vos que viene el huevo? (…) ¿Qué fue qué? (…)
pues el huevo (…) ¿Cómo así? (…)
ay no me pongás a pensar
en este momento que estoy muy ocupada (…)
¿Entonces me la tengo que comer? (…) no, una gallina es como una mamá que se acostumbró
a que le maten a los hijos, la muerte pa´ ellas es un favor (…) lo hice por vos Noemi (…) ay ya me cansé de alegar con vos, si
querés venís y la resusitás entonces, dejá
de poner problema por todo, caminá más rápido que te estoy esperando (…) sí, como no, apuesto a que te
quedaste haciendo un chance donde Rogelio, yo no sé pa´ qué comprás chance si
de todas maneras te vas a morir hoy (Cuelga
el teléfono con rabia, vuelve a su posición inicial. Pausa. Sigue desplumando
la gallina) Pobrecita. Pobrecita yo que me tengo que me la tengo que
aguantar a ella (Pausa) Pobrecita
dice la malparida (A la gallina) ¿A
vos te daría pesar? Vos qué vas a ser capaz si sos una gallina, ojalá
pudiéramos cambiar, que fueras vos la que me estuviera desplumando a mí… ojalá
yo hubiera yo tenido alas, hace rato que habría salido volando por esa ventana
hijueputa (Pausa, toma un trago de ron)
pero no alas como las tuyas que no sirven pa´ nada. Pa´ terminar en un balde de
veinticuatro mil pesos que la otra todavía me saca en cara (Pausa. La mira detenidamente por varios segundos) de la que te
salvé, yo por eso sólo como carne de cerdo, de gallina no, las gallinas me
gustan (La golpea contra el suelo) ¿Oiste?
Las gallinas me gustan porque son aves que no son capaces de volar, como yo (La golpea por un momento más, para, toma la botella y se toma otro trago de ron
largo y profundo, mira la gallina y le ofrece un poco) ¿Querés o no? (El teléfono suena, Marta se levanta con la
gallina en la mano. Contesta) ¿Qué es la llamadera? Dejá la pendejada que
nos va a coger la navidad y vos en la calle, andariega, fastidiosa (…) ah, qué hubo Rogelio ¿Cómo está? (…) feliz navidad para usted también (…) en Estados Unidos con la familia (…) no es que es muy difícil, él no
puede dejar a la mujer sola, ¿No ve que está embarazada? (…) si ya va a cumplir los seis meses (…) ¿Y dejar a Noemi sola? Esa no sabe hacer nada sin mí, además yo
no soy capaz de volar (…) no, es que
le tengo miedo a los aviones (…) sobre
todo (…) sí dígame (…) muchas gracias Rogelio pero creo que
no vamos a poder, es que Noemi y yo nos vamos a quedar aquí a pasar el 24
juntas (…) no, no, es que nos vamos a
matar (…) ¿Se ganó qué? (…) ¿Cómo así y con qué número? (…)
pero si yo acabé de hablar con ella y no me
dijo nada (…) valiente sorpresa,
justo hoy (…) sí, de todas maneras
muchas gracias por la invitación (…)
no es que usted no ha entendido, Noemi y yo nos vamos a matar esta noche (…) ¿Cómo así? pero esa sí es charra (…) no, es que no vamos a ir… (…) claro pero… (…) por eso… (…) si yo
sé, lo que pasa… (A propósito) ve, se
está dañando la comunicación, no tengo señal (Cuelga el teléfono desesperada) coja oficio viejo hijueputa, ¿No
me cree? malparido ya te veré mañana llorando en la iglesia (En ese momento entra Noemi, llega agitada,
sudorosa y trae en una mano una bolsa de mercado con cosas y en la otra
arrastra un carrito con un tanque de oxígeno que lleva conectado a la nariz)
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